En nuestra sociedad la masculinidad y la feminidad tienen elementos muy marcados asociados a cada uno de ellos. Existen colores de hombre, hay perfumes solo de mujeres, juguetes para niños que no usan las niñas, y por supuesto, el caso más común, la ropa. Para muchas personas de género fluido estas limitaciones pueden impedir o dificultar la expresión saludable de su identidad. No obstante, la fluidez de género abarca mucho más que solo aspectos externos..
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Primero, aclaremos algunos términos
Para hablar de fluidez de género debemos entender una gran variedad de términos. En el mundo existen personas cisgéneros, aquellos cuyo sexo biológico es equivalente a su identidad de género. Por otra parte, las personas fluidas experimentan cambios a lo largo del tiempo en la identidad o en la expresión de su género.
Para muchas personas esto puede resultar incomprensible, de hecho pueden verlo como una falta de estabilidad emocional o de identidad. Pero esto es un error. Aunque históricamente la comunidad médica clasificaba la disforia de género como un trastorno mental, la Organización Mundial de la Salud eliminó la no conformidad de género de su lista de trastornos mentales en su manual global de diagnósticos en 2019.
¿Por qué existen personas de género fluido?
Las personas desarrollamos nuestra identidad a partir de un contexto social, y dado que cada contexto es particular y cada individuo también lo es, es que mucha gente decide romper con el estereotipo de la identidad binaria y estática del género y fluir entre una o varias identidades.
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¿Cómo puedes apoyar a los jóvenes de género fluido en tu vida?
La comprensión y la aceptación son los pilares fundamentales para las personas de género fluido. Esto es válido especialmente para los más jóvenes, ya que en muchos casos son quienes se ven afectados por la respuesta de la sociedad a su manera de ser.
Es vital acompañar a las infancias y jóvenes con fluidez de género a tomar decisiones acertadas sobre temas como la terapia hormonal y las cirugías de afirmación del género. Sobre todo si el menor manifiesta dudas o inquietudes al respecto.
La paciencia, la empatía y el escuchar con el corazón a las otras personas, son herramientas básicas para desarrollar una sociedad más justa y equitativa para todos.