Un retroceso en el avance de los derechos de la mujer: el Gobierno de los talibanes anunció la prohibición de los salones de belleza y peluquerías para mujeres en Afganistán y dio un plazo de un mes para el cierre de todos los que estén funcionando en el país, en la más reciente de una serie de restricciones basadas en la rígida interpretación de la ley islámica.
Bajo las órdenes del líder supremo talibán, el mulá Mawlawi Haibatullah Akhundzada, el Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio emitió una directiva a los municipios para cerrar todas las peluquerías. Esta medida debe ser implementada en un plazo máximo de un mes a partir del 25 de julio.
Además de que atenta contra la autonomía y los derechos de las mujeres en cuanto a su imagen y cuidado personal, también genera graves efectos económicos para numerosas familias lideradas por mujeres, ya que los salones de belleza se han convertido en una de las pocas fuentes de ingresos para ellas. Esta prohibición representa un golpe devastador para su sustento y bienestar.
“Esto es realmente difícil para nosotras para sobrevivir y es una especie de tortura para nosotras”; contó a EFE una maquilladora en un centro de estética de Kabul.
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La prohibición de peluquerías en Afganistán se añade a una extensa lista de restricciones impuestas a las mujeres por los talibanes
Tras la reciente toma de poder por parte de los talibanes en 2021, las mujeres en Afganistán se han visto sometidas a una serie de restricciones cada vez más opresivas. Estas restricciones incluyen la segregación por sexos, imponiendo la obligación de usar el velo y requiriendo que estén acompañados por un hombre en trayectos largos.
Además, se les ha denegado el acceso a la educación superior y se les ha impedido trabajar en organizaciones no gubernamentales (ONG). Estas limitaciones no solo coartan el desarrollo personal y profesional de las mujeres; sino que también tienen un impacto negativo en el progreso y el crecimiento de la sociedad afgana en su conjunto.
La realidad que enfrentan las mujeres afganas en la actualidad es cada vez más similar al oscuro período de gobierno talibán entre 1996 y 2001, cuando se les negó el acceso a la educación y se las confinó al ámbito doméstico. Este retroceder alarmante pone en peligro los avances logrados en términos de igualdad de género durante las últimas dos décadas; representando una grave amenaza para los logros alcanzados hasta ahora.