Cuando se ensucian los platos de porcelana, suele ser difícil quitar las manchas. Acá te vamos a compartir una guía sencilla sobre cómo removerlas con vinagre y bicarbonato de sodio.
Tener una vajilla de porcelana es una de las maneras más elegantes y creativas para decorar tu mesa. Sin embargo, tiene complicaciones al momento de limpiarla, sobre todo al quitar las manchas.
Aprovecha estos trucos de limpieza para que tus platos de porcelana estén siempre pulcros.
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Así puedes eliminar las manchas de los platos porcelana
Aunque la porcelana es un material precioso, tiene una gran desventaja: se mancha con facilidad, se degasta y pierde su color. Esto es debido a la porosidad de su composición, por lo tanto absorbe líquido y grasa con facilidad.
Materiales
- Esponja
- Agua tibia
- Vinagre blanco
- Paño de microfibra
- Bicarbonato de sodio
Te vamos a presentar dos métodos de limpieza, uno será con el bicarbonato de sodio y el otro con vinagre blanco.
Primera opción: Bicarbonato de sodio
Mezcla el bicarbonato de sodio con un poco de agua hasta formar una pasta y aplícalo sobre las áreas manchadas del plato.
Frota suavemente con una esponja para evitar rayar el material. Luego enjuaga con agua y repite el método si es necesario.
Segunda opción: Vinagre blanco
Diluye vinagre blanco en agua en proporciones iguales, sumerge el paño de microfibra en la mezcla.
Frota suavemente las áreas manchadas del plato con el paño húmedo, deja actuar la solución durante 30 minutos a una hora. Después, retira la solución con una esponja y enjuaga con agua tibia.
Con estos trucos mantener en perfectas condiciones tus platos de porcelana no será una tarea difícil. No olvides de seguir las indicaciones al pie de la letra y evita los productos de limpieza que sean abrasivos, ya que esto puede afectar la porcelana de la vajilla.
Blanquea y recupera el brillo de la porcelana
Te proponemos este truco casero para recuperar el brillo de tu vajilla:
- Llena un recipiente con agua y añade unas gotas de lejía.
- Coloca la vajilla en el recipiente, asegúrate de que esté completamente sumergida.
- Déjalo en remojo al menos una hora.
- Al transcurrir ese tiempo, retira la vajilla del recipiente, enjuaga con esponja y jabón para lavaplatos.
Recuerda usar guantes de goma y toma precauciones al manipular lejía.