Saber cómo limpiar el pescado es fundamental para quienes son amantes de la cocina. Y es que, aunque puedas comprarlo ‘limpio’ en el supermercado, puede que queden algunos restos de escamas o vísceras.
Asimismo, conocer a fondo el proceso de limpieza del pescado hará que compruebes precisamente el nivel de calidad del pescado que adquieras próximamente.
Si lo aprendes a limpiar siguiendo estos pasos, podrás lograr un resultado perfecto. Eso sí, con mucha práctica, paciencia y técnica; se volverá una tarea casi automática.
¿Cómo limpiar el pescado correctamente?
Enjuaga el pescado
El primer paso es el enjuagado del pescado. Recuerda que estos mayormente pueden pasar mucho tiempo guardados en cajas, en los suelos de los barcos y pasan por otras manos. Así que es esencial lavarlos de llegada.
De esta manera, también estarás eliminando la mucosidad, los restos de escamas sueltos y evitarás que al cortarlo se introduzcan en el interior cualquier residuo de afuera.
Pon cada pescado debajo del grifo en el fregadero. Lo recomendable es que lo hagas con agua fría mientras los frotas con ambas manos.
Quita las escamas
Cuando ya estén limpios, debes descamar cada pescado. Para ello, utiliza un buen cuchillo y con la parte posterior de este, raspa cada lado de la pieza.
Mantén un ángulo de 45º, toma la cola, levántala y procede con la descamación haciendo golpes largos y fuertes comenzando desde la cola hacia la cabeza. Al terminar, continúa con el otro lomo.
Al finalizar este paso, enjuágalo nuevamente para evitar que las escamas sueltas entren y para terminar de quitar las escamas pegadas a la piel.
Un tip que funciona muy bien es que utilices el filo del cuchillo en aquellas especies que tengan una piel más dura. Hazlo con cuidado para no romper la carne.
Corta las aletas
Este paso resulta más sencillo: agarra las puntas de las aletas en el aire y con la ayuda de un cuchillo ve cortando por la base de las mismas.
Si son muy largas, puede ser un poco más difícil, pero no te preocupes. Corta en pequeñas secciones longitudinales hasta que elimines por completo esa parte del pescado.
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Abre el pescado
Ahora será el momento de abrir la pieza de pescado. Para hacerlo, coloca la carne con la cabeza hacia ti e inclínalo. Luego, introduce la punta del cuchillo bien afilado en el espacio que hay en la parte más baja del pescado.
A través de allí, ve deslizando el cuchillo sin entrar demasiado, desde el vientre hasta el cuello. Este paso debes hacerlo con cuidado ya que si no lo haces correctamente puedes cortar los intestinos. Evita que esto suceda para que el pescado no tome un sabor desagradable al momento de cocinarlo.
Saca las vísceras
Vacía el interior del pescado sacando las vísceras y las tripas. Este paso es muy sencillo y rápido, pero delicado ya que lo ideal es que no se rompan.
Saca con tus manos poco a poco todos los órganos del interior y verifica que no haya quedado nada.
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Enjuaga el interior del pescado
Bajo el chorro de agua en el fregadero, separa las paredes de la pieza y con tus manos, frótalas. Repite este proceso durante un minuto aproximadamente para asegurarte de que todo quede bien limpio.
Abre y corta los filetes
Si no vas a utilizar la cabeza para la receta, córtala con cuidado. Ubica el pescado en una superficie plana y divide la parte posterior con el cuchillo para filetearlo. Este paso debes hacerlo lento y mantén siempre el filo perpendicular al espinazo.
Con cortes pequeños, rebana por un lado, luego por el otro y sigue así con el resto de la pieza.
Recuerda que la paciencia y la precisión son necesarias para que puedas limpiar el pescado como toda una profesional. ¡Y con la práctica conseguirás un resultado magnífico!