El papa Francisco habló sobre la maternidad subrogada y pidió a la comunidad internacional que prohíba la gestación con vientres de alquiler, denunciando una “comercialización” del cuerpo humano.
En su discurso en el Vaticano, presentó una lista de peticiones. Según el pontífice y desde el punto de vista de la Iglesia católica, la gestación por vientre de alquiler perjudica a personas en todo el mundo, por lo que la condenó diciendo:
“El camino hacia la paz exige el respeto de la vida, de toda vida humana, empezando por la del niño no nacido en el seno materno, que no puede ser suprimida ni convertirse en un producto comercial”, declaró el pontífice.
Además, el papa Francisco agregó que la maternidad subrogada “es deplorable y que ofende la dignidad de la mujer“:
“Considero deplorable la práctica de la llamada maternidad subrogada que ofende gravemente la dignidad de la mujer y del niño; y se basa en la explotación de la situación de necesidad material de la madre. Un hijo es siempre un don y nunca el objeto de un contrato”, dijo.
¿Cómo es la gestación subrogada?
Este tipo de embarazo se realiza en una mujer que lleva en su vientre un bebé. Se hace con la finalidad de ayudar a una persona que no puede tener hijos, hasta dar a luz.
Posteriormente, en la técnica de reproducción asistida la mujer gesta un embrión creado con el óvulo y el esperma de otras personas. Luego, el bebé nacido de esta gestación es entregado a los padres biológicos.
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La maternidad subrogada está prohibida en algunos países
Esta práctica es legal en un número limitado de países, entre ellos Estados Unidos (solo algunos estados lo permiten). También en Canadá, Reino Unido y México (solo en un par de entidades). Por su parte, en España la gestación subrogada es ilegal desde el año 2006.
El tema ha generado polémica desde hace varios años y algunas de ellas aluden a que es una forma de explotación de la mujer, quien se ve obligada a alquilar su cuerpo y su tiempo para gestar un bebé para otras personas.
También se refieren a que muchas mujeres gestantes suelen firmar acuerdos de subrogación, a las violaciones de los derechos humanos y a las remuneraciones por gestar un bebé.