Maye Musk, la madre del hombre más rico del mundo, confesó que cuando visita a su hijo en Boca Chica, Texas, tiene que dormir en el garaje de la casa, debido a que este prefiere vivir distanciado de los excesos.
El empresario de 51 años, Elon Musk, anunció el año pasado que vendería todas sus propiedades y comenzaría a vivir en un ambiente mucho más austero: una casa prefabricada, que solo cuesta 42.000 euros, con una superficie habitable de solo 35 metros cuadrados.
“Tengo que dormir en el garaje. No se puede tener una casa lujosa cerca de un emplazamiento de cohetes”, reveló la modelo canadiense-sudafricana al periódico británico The Times.
La modelo de 74 años, madre del fundador de Tesla y SpaceX, confirmó que a su hijo “no le interesan las posesiones en lo absoluto”, a pesar de tener un patrimonio estimado en 239,2 mil millones de dólares, según la revista Forbes, lo que lo convierte en la persona más rica del mundo.
Aunque para muchos pueda resultar un poco desconcertante vivir en una mini casa cuando se tiene tanto dinero, para Musk es la mejor manera de estar concentrado en lo verdaderamente importante. “Vendo todas las pertenencias físicas. No tendré casa propia. La posesión solo te pesa”, escribió el empresario en la red social Twitter en mayo de 2020.
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Una madre soñadora
Maye Musk es sin duda una de las madres más interesantes de la actualidad, no solo por haber criado al hombre más adinerado del planeta, sino también por lo cercana que está en cada uno de sus proyectos. Sin embargo, pese a que Elon está más que decidido de ir al espacio, Maye no está tan emocionado al respecto.
“Hay que pasar seis meses de preparación y aislamiento y eso no me atrae. Pero si mis hijos quieren que lo haga, lo haré”, comentó Maye cuando se le preguntó si estaría interesada en visitar el planeta Marte.
Como toda madre, Maye tenía grandes sueños para sus hijos, pero nunca se imaginó que se harían realidad, al punto de convertirse en lo que son hoy en día.
“No podíamos permitirnos una fiesta de cumpleaños. Así que los niños compraron comida no muy elegante y me regalaron una casita y un coche de madera y me prometieron que algún día me comprarían unos de verdad”, recordó la modelo.