Los milagros sí existen y la prueba de ello es un gato sin patas al que veterinarios rusos lograron colocarle cuatro implantes de titanio para que pudiera volver a caminar.
El gato perdió sus cuatro patas a causa de una amputación que los médicos tuvieron que hacerle para salvar su vida.
Un grupo de personas halló al minino en la ciudad de Sujói Log, provincia de Sverdlovsk, en Rusia, y aseguraron que estaba prácticamente congelado en la nieve y sin poder moverse.
Los propios residentes del lugar llevaron a Balder, como se conoce al gato, a un centro veterinario. Pero ante su estado de salud, los especialista explicaron que era necesario someterlo a una operación para amputar sus patas y colocarle implantes. Sin embargo, era un procedimiento costoso.
Fueron los propios residentes que lo encontraron quienes decidieron hacer una colecta para salvar al gatito. Lo trasladaron a un centro especializado animal en Novosibirsk, con experiencia previa en dos casos similares anteriormente y lo operaron.
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El gato sin patas luce con éxito sus implantes de titanio
Ahora Balder cuenta con implantes para sustituir sus cuatro paticas.
De acuerdo con el cirujano ortopédico que lideró la operación del gato, Serguéi Gorshkov, el caso de Balder es el tercero en el mundo en el que se le colocan cuatro patas postizas a un gato.
Y aunque su proceso de recuperación y adaptación a los implantes ha sido lenta, también ha sido progresiva. Actualmente, el gato se maneja muy bien con sus paticas postizas y fue adoptado por una mujer que ya tenía otro gato con un implante.