Un oso le dio el susto de sus vidas a una familia que se encontraba haciendo un picnic en un parque de México: les llegó por sorpresa y devoró toda su comida.
El video del caso se ha viralizado en las redes, sorprendiendo a todos, ya que, se ve a una mujer junto a un niño viviendo un angustiante momento, mientras el animal salvaje se come la comida y los curiosea con el olfato.
La familia estaba disfrutando de un día de paseo en el parque Chipinque en San Pedro Garza García, Nuevo León, México. Durante su recorrido se detuvieron para disfrutar de la hora del picnic cuando de repente un oso negro les llegó por sorpresa.
El animal se subió sobre la mesa y se enfocó en toda la comida que había, devorando cada plato de enchiladas y tacos.
Pero lo más impactante del video es que mientras esto sucedía, en la mesa permanecía una mujer junto a un niño, quienes no lograron alejarse antes de que el oso se subiera.
Tanto ella como el niño permanecieron inmóviles mientras el oso disfrutaba del banquete frente a frente con ellos, para no alterar al animal. La mujer cubrió los ojos del pequeño y lo mantuvo protegido entre sus brazos para evitar el pánico y ella se aseguró de respirar sigilosamente y no hacer el más mínimo movimiento.
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El oso sorprendió a la familia mientras hacían el picnic en parque de México
Su valiente y calmada estrategia resultó en un éxito, ya que, aunque el oso dirigió en algunos segundos la atención hacia ellos curioseándolos con el olfato, no les prestó mayor atención y siguió aprovechando del festín.
Ángela Chapa compartió el video en su cuenta de Instagram y contó lo sucedido. Según indicó en el post, todos, unos más nerviosos que otros, siguieron la misma estrategia de quedarse quietos durante la presencia del oso.
Eso le permitió a ella levantarse con cautela de la mesa y comenzar a grabar la escena. Destacó que el oso se bajó de la mesa y se fue gracias a que con mucho cuidado tuvo la oportunidad de tomar un plato, acercarlo al hocico del animal y lanzarlo lejos para que él lo buscara.
“Yo me moví sigilosa para salirme de la mesa y ahí empecé a grabar. Eso me permitió agarrar un plato que tenía una enchilada ponérselo en el hocico para que lo oliera y tirarlo lo más lejitos. Fue la manera en la que se bajó de la mesa y lentito nos fuimos para el baño”, escribió.
La familia resultó ilesa gracias a que conocían qué hacer en caso de un encuentro con un mamífero como este: quedarse quietos y mantener la calma. Eso les permitió contar la experiencia como una anécdota que, si bien les dio un buen susto, también los hizo reír.
“Después regresamos por la basura y nos fuimos al coche entre riendo y llorando por lo que acabábamos de vivir”, agregó.