Con bicarbonato de sodio se puede eliminar las manchas blancas de las plantas que ocasiona la cenizilla. Esta enfermedad es producida por varios hongos, es mejor conocida como oídio o blanquillo, su aspecto es similar a un polvo blanquecino.
Las principales causas de esta enfermedad se deben a una combinación de varios factores. La cenizilla aparece cuando hay demasiada humedad, poca ventilación y poca luz natural, también puede influir que el abono tenga mucho nitrógeno.
Si no se actúa rápido, se puede propagar hasta destruir un jardín o huerto entero. Por eso, te vamos a compartir una mezcla casera con bicarbonato de sodio para que puedas aplicarlo.
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Cómo usar bicarbonato de sodio para curar la cenizilla de las plantas
La cenizilla puede aparecer en cualquier tipo de plantas. Sin embargo, los tomates, fresas, uvas, melones, pepinos, calabazas, cerezos, ciruelos, manzanas, laurel, rosales, dalias, cayenas, orquídeas, claveles, begonias son más vulnerables de padecerlo.
El bicarbonato de sodio es uno de los mejores fungicidas caseros, ya que tiene propiedades antimicóticas, antibacterianas, antisépticas y entre otras cualidades.
Materiales
- 2 cucharadas de aceite vegetal u oliva
- 1 litro de agua
- 2 o 3 cucharadas de bicarbonato
- 1 atomizador
Procedimiento
Toma el atomizador y vierte todos los ingredientes, luego sacúdelo para integrar esta solución.
Revisa que las plantas estén bien regadas antes de aplicar la solución que preparaste. Rocía la mezcla de bicarbonato de sodio sobre las hojas y tallos de las plantas afectadas, asegúrate de cubrir ambas caras de las hojas y las zonas con mayor concentración de cenizilla.
No lo apliques durante las horas de calor del día, ya que esto podría quemar las hojas de las plantas. Te recomendamos que lo uses a primera hora de la mañana o al final de la tarde.
Aunque el bicarbonato de sodio es un ingrediente natural y puede combatir la cenizilla, es importante tomar estas precauciones:
No te excedas con la cantidad recomendada, ya que si hay de más, podría dañar las plantas. Haz una prueba en una pequeña área de la planta antes de aplicarla en toda la zona afectada.
Esto te ayudará a comprobar a ver cómo reacciona la planta ante el tratamiento. Si observas quemaduras, recude la cantidad de bicarbonato en la mezcla.