En esta publicación te vamos a explicar cómo puedes reparar una puerta oxidada.
Muchas personas tienen puertas de hierro en sus casas, ya que son resistentes y duraderas. Sin embargo, se pueden oxidar y puede ocasionar que se deterioren y pierdan su atractivo.
El óxido es un proceso químico que ocurre cuando el hierro reacciona con el oxígeno del aire. Este proceso provoca que la superficie del hierro se vuelva marrón o negra. Anota esta guía para que puedas sacarle provecho.
Guía de cómo reparar una puerta oxidada
Primer paso: limpieza
Materiales
- Esponja
- Cepillo de alambre
- Producto para eliminar el óxido
Procedimiento
- Vierte agua y jabón en una esponja y frota la puerta para eliminar la suciedad.
- Si el óxido está muy incrustado, utiliza un cepillo de alambre para eliminarlo.
- Aplica un producto específico para eliminar el óxido, sigue las instrucciones de la marca y luego enjuaga la puerta con agua para remover el producto.
Segundo paso: reparación
Materiales
- Masilla metálica
- Pintura o barniz protector
Procedimiento
- Rellena los agujeros o grietas con masilla metálica.
- Deja que la masilla se seque completamente.
- Luego, lija la masilla para que la puerta quede lisa.
- Aplica una capa de barniz o pintura para proteger la puerta.
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Tercer paso: protección
Para evitar que la puerta se vuelva oxidar, es muy importante aplicar una capa de pintura o barniz. Cualquiera de esas opciones creará una barrera protectora y va a prevenir que el oxígeno entre en contacto con el hierro.
Con estos sencillos podrás reparar y recuperar la puerta que se había oxidado. Te recomendamos que le hagas un mantenimiento frecuente para evitar que vuelva a caer en ese estado de deterioro.
En el caso de que resulte muy complicado hacerlo, siempre estará la opción de contactar a un experto para que pueda solventar este inconveniente.