Todos hemos tenido esos días en los que todo parece ir mal. Jefes gritando, café derramado y un sinfín de situaciones que pueden generarnos estrés, sin embargo, el mejor remedio para estos momentos podría ser escuchar la voz de tu mamá. ¿Lo pones en duda?
Sabemos que si dependiera de nuestras madres, probablemente no pasaría ni un solo día en el que no habláramos con ella. Y si bien de niños esto suele ocurrir, a medida que entramos a la adultez, estas frecuencias disminuyen.
No obstante, un estudio de la Universidad de Wisconsin-Madison, Estados Unidos, titulado ‘Mensajes instantáneos versus voz: hormonas y por qué todavía necesitamos escucharnos unos a otros’ (Seltzer, Prososki, Ziegler y Pollak, 2012) sugiere que son los hijos quienes más se benefician de escuchar las voces de sus progenitoras.
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La voz de tu mamá podría ayudarte a reducir el estrés
Imagina tener que resolver problemas matemáticos y verbales frente a una audiencia después de un día estresante. Eso es exactamente lo que experimentaron 68 niñas de 7,5 a 12 años en la investigación.
Luego de esta situación, el grupo se dividió en cuatro, quienes debían durar 15 minutos realizando cualquiera de las siguientes actividades:
- Esperar a solas
- Hablar en persona con mamá
- Llamar a mamá por teléfono
- Interactuar con mamá a través de mensajes instantáneos.
Tras esto, los investigadores midieron los niveles de cortisol (una hormona del estrés) y oxitocina (una hormona vinculada a la confianza y la empatía). Pero, ¿a qué grupo le fue mejor? Pues aquellos que pudieron hablar con sus madres, ya sea en persona o por teléfono, mostraron niveles más altos de oxitocina en comparación con los que solo se comunicaron por mensajes instantáneos y o no tuvieron contacto.
En resumen, comunicarte con tu madre es bueno, pero este estudio revela que no es lo mismo. Ya que un simple mensaje de texto no es suficiente. De hecho, escuchar su voz tiene un efecto calmante único.
Así que la próxima vez que sientas que el estrés te abruma, no dudes en tomar tu teléfono y llamar a mamá. Su voz podría ser exactamente lo que necesitas para encontrar la calma en medio del caos.