Luego de comenzar a tomar pastillas anticonceptivas, una joven fallece por un coágulo de sangre que tenía en su cerebro. Aunque estas son situaciones que generalmente no se esperan al ingerir píldoras, pueden surgir efectos secundarios para los que no estamos preparadas.
Se trató de Layla Khan, una adolescente británica de 16 años que, tras sufrir intensos dolores menstruales, le recomendaron empezar a tomar anticonceptivos. Pero, tan solo unas semanas después de iniciar con el tratamiento, sufrió algunos malestar que poco frecuentas en chicas de su edad.
Todo comenzó el 5 de diciembre cuando la joven enfrentó migrañas, seguidas de vómitos, unos síntomas que inicialmente fueron malinterpretados. Pues su médico, pensando en un virus estomacal, no anticipó la tragedia que se avecinaba.
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Una joven fallece luego de tomar pastillas anticonceptivas
En menos de una semana, la salud de Layla empeoró rápidamente, y a pesar de los persistentes vómitos, se les aseguró que no era lo suficientemente grave como para ir al hospital. “Vomitaba cada 30 minutos y sólo le dieron pastillas contra las náuseas”, comentó su tía Jenna Braithwatie, en conversación con GrimsbyLive.
Aún así, su familia, preocupada por el dolor creciente que tenía y luego de desmayarse, decidió llevarla a un centro de salud y una tomografía reveló un coágulo de sangre en su cerebro. Lastimosamente, los esfuerzos del equipo médico quedaron cortos porque la adolescente fue declarada esa misma noche con muerte cerebral, dejando a todos en shock.
“El hecho de que dijeran que no había señales de alerta y que un día después esté así, es incomprensible”, dijo su tía.
Los expertos explicaron que el coágulo fue un efecto secundario poco común de las píldoras anticonceptivas. Aunque raro en jóvenes y personas saludables, el NHS (el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra, en español) subrayó la importancia de actuar rápidamente ante síntomas como dolor punzante o hinchazón.
Layla luchó valientemente, y su familia tomó una decisión generosa y valiente: donar sus órganos para dar vida a otras cinco personas. Un acto de amor que destaca la fortaleza de su espíritu.
“Era hermosa e inteligente, amada y querida por tanta gente, tenía toda la vida por delante. Ella era la hija mayor y la princesa de la familia, y merece lo mejor porque fue la mejor”, expresó uno de sus familiares.