Si bien las mujeres no son mayoría en el mercado laboral de Estados Unidos, un alto porcentaje las ubica entre las personas con los empleos peor pagados del país norteamericano.
De acuerdo con un informe del National Women Law Center (NWLC en inglés), las mujeres representan un 64,1% de los trabajadores mal remunerados; siendo “especialmente grave” el caso de las latinas y las inmigrantes.
Diana Ramírez, experta en Justicia Laboral del NWLC, dijo al diario la Voz de América que 8% de la fuerza laboral de Estados Unidos son latinas; y 15,9% de ellas tienen trabajos con salarios bajos.
“A nivel nacional, las mujeres representan 13,4 millones de trabajadoras del total de 21 millones de personas en todo EE.UU. en este tipo de empleos. [Y las latinas] tienen aproximadamente el doble de su participación respectiva en la fuerza laboral general. Lo que significa que están muy sobrerrepresentadas en los empleos peor pagados”, aseguró.
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Las mujeres tienen los empleos peor pagados en Estados Unidos
Los datos obtenidos por la organización, con sede en Washington, arrojaron que los bajos salarios predominan especialmente entre la comunidad inmigrante y de color en Norteamérica. De hecho, 14,7% de los trabajadores mal remunerados son mujeres nacidas fuera de EE.UU.
De acuerdo con el informe del NWLC, las latinas jóvenes y las madres están en severa desventaja con respecto al resto; y sobre todo si se les compara con los hombres. En contraste con sus contrapartes masculinos en empleos mal remunerados, las mujeres cobran solo 83 centavos por cada dólar que perciben sus homólogos hombres.
Entre los trabajos peores pagados están las cajeras, recepcionistas de hoteles y moteles, lavaplatos, lavandería, asistentes de salud en el hogar, cuidado infantil, entre otros.
Es por ello que en la ONG insisten que para este grupo de personas, “tener un empleo no es garantía de tener ingresos suficientes para llegar a fin de mes”. Incluso, la experta aseguró que “más de la mitad de las madres latinas (52,2%) que trabajan a tiempo completo en empleos mal remunerados vivían en la pobreza”.
La falta de igualdad salarial afecta no solo a las mujeres, sino también a las futuras generaciones. Pues dicha brecha salarial podría significar que ellas no puedan alcanzar la verdadera independencia financiera y, en el futuro, dependan completamente de sus hijos.
Sin embargo, la National Women Law Center y otras organizaciones han trabajado activamente para abogar por leyes más equitativas que apoyen a estos sectores marginados. Entre sus acciones se incluyen peticiones al Congreso de Estados Unidos para aumentar el salario mínimo a 17 dólares la hora; incluso para quienes reciben propinas.
Unas medidas que podrían ser un paso crucial hacia la igualdad en el lugar de trabajo y una vida mejor para todas las mujeres en Estados Unidos.