Lili Reinhart, conocida por su papel en la exitosa serie ‘Riverdale’, se ha convertido en una voz valiente en la lucha contra la dismorfia corporal y los estándares de belleza inalcanzables que a menudo enfrentan las mujeres.
Es por ello que con la intención de darle ánimo a sus seguidores, la actriz, de 27 años de edad, recurrió a sus redes sociales para recordarles que no están solos en sus luchas individuales, pues ella también se ha enfrentado a este trastorno.
De hecho, confesó que tiene inseguridades sobre sus brazos y expresó su deseo de ver una mayor representación de cuerpos de tamaño medio en los medios de comunicación para las mujeres.
“Mi dismorfia corporal se ha vuelto loca porque siento que mis brazos necesitan tener la mitad del tamaño que tienen actualmente. Hemos dado glamour a estos brazos delgados que, para la mayoría de nosotras, solo se pueden lograr si eres literalmente una adolescente”, escribió en su cuenta de X (antes Twitter).
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Lili Reinhart recordó a sus fans que no están solos luchando con la dismorfia corporal
Quizás a muchas personas les ha pasado que caen fácilmente en la trampa de comparar sus cuerpos con las imágenes ‘perfectas’ que se ven en la industria del entretenimiento y en las redes sociales. Esto debido a que la falta de diversidad en la representación corporal puede hacernos creer que solo hay un estándar de belleza válido.
Sin embargo, Lili Reinhart nos recuerda que incluso las celebridades pueden lidiar con problemas de imagen corporal, sobre todo por la presión irrealista que también hay sobre ellas y a la idealización de imágenes delgadas.
La dismorfia corporal, según Mayo Clinic, es un trastorno mental en el que una persona se obsesiona con un aspecto de su apariencia, a menudo viendo defectos que los demás no notarían o que en realidad no existen.
Aunque no todas las insatisfacciones corporales llegan a ser un trastorno dismórfico, muchas personas experimentan inseguridades sobre su cuerpo en algún momento de sus vidas. Incluso, la famosa se preguntó cómo sería su vida si no padeciera este trastorno, y si alguien podría sobrevivir en este mundo sin sufrirlo.
“Realmente me pregunto cómo alguien sobrevive o pasa por esta vida sin padecer un trastorno dismórfico grave. Quizá sea una versión cruelmente amplificada en combinación con mi TOC, pero mald!%a sea. La cantidad de tiempo que he perdido pensando en mis brazos en los últimos meses es una locura”, agregó.
Aun así, Lili aseguró que decidió escribir abiertamente sobre ello para que otras mujeres supieran que no están solas en esta batalla. Y que es importante buscar apoyo y comprensión para superarla.