El conteo regresivo ha comenzado y la coronación del rey Carlos III está a la vuelta de la esquina; por lo que el Palacio de Buckingham y las autoridades londinenses están tomando todas las medidas para garantizar que este evento histórico salga a la perfección.
El próximo 6 de mayo, el mundo será testigo de la coronación del nuevo monarca británico; un acontecimiento que se registró por última vez cuando la reina Isabel II recibió la corona en 1953.
Esta ceremonia será una muestra del lujo y solemnidad que caracterizan a los reinados y por eso cada detalle está siendo cuidadosamente planificado; ya que millones de personas estarán expectantes de este evento inédito en el siglo XXI.
De esta forma, durante la coronación el mundo podrá ver objetos, joyas y carruajes que datan de hace cientos de años y que han construido lo que hoy en día es la monarquía británica.
Trono de más de 700 años
La coronación del nuevo monarca británico, Carlos III, tendrá lugar en la Abadía de Westminster en una ceremonia que reunirá a más de 2.000 invitados.
Un dato curioso de la ceremonia es que se llevará a cabo en el mismo trono de madera de roble báltico que se utilizó por primera vez en la ascensión del rey Eduardo II, hace más de 700 años.
El Trono de San Eduardo, como se le conoce, fue encargado en 1296 por Eduardo I para albergar uno de los símbolos más importantes de la historia de la isla, la llamada Piedra de Scone, que capturó el rey en la abadía de ese nombre tras derrotar a los escoceses.
Desde entonces, tanto el trono como la piedra han sido elementos centrales en los actos de coronación de los monarcas británicos durante cientos de años.
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Aunque en 1996 la Piedra de Scone regresó a Escocia; el bloque estará en la coronación de Carlos III en Londres.
Además del Trono de San Eduardo, se utilizarán otros asientos en la ceremonia, incluyendo varias Sillas de Patrimonio, Tronos y Sillas de Congregación.
Precisamente, el Palacio de Buckingham tuvo que restaurar muchas de las sillas y tronos de la Colección Real que fueron construidas para otras coronaciones. De esta forma, los nuevos asientos tuvieron que ser adaptados, restaurados y llevarán el símbolo del nuevo monarca para que estén acordes con esta nueva ceremonia histórica.
Túnicas de oro
El protocolo establece que el rey Carlos III vestirá algunas prendas históricas, que formaron parte de las coronaciones de sus antepasados, durante su investidura en la silla de coronación.
Estas supertúnicas doradas han sido utilizadas por monarcas británicos desde el rey Jorge IV en 1821, el rey Jorge V en 1911, el rey Jorge VI en 1937 y la reina Isabel II en 1953.
Además de la Supertúnica y el Manto Imperial, Carlos III también reutilizará el Colobium Sindonis, el cinturón de la espada de coronación y el guante de coronación que pertenecieron a su abuelo, el rey Jorge VI, para reducir los gastos de su proceso de investidura.
Un dato curioso es que el Manto Imperial está hecho de hilo de oro, plata y seda; así como con flecos de lingotes de oro y un broche de oro. Esta es una de las prendas más impresionantes y simbólicas utilizadas por los monarcas británicos en sus coronaciones.
La Pantalla de la Unción
Durante la ceremonia de coronación del nuevo rey Carlos III, otro de los elementos destacados será la Pantalla de la Unción; la cual fue diseñada para el momento más sagrado de la ceremonia.
El deán o sacerdote de Westminster verterá el aceite sagrado para que el Arzobispo de Canterbury unja al soberano en las manos, el pecho y la cabeza.
La mampara de tela bordada con ángeles y un árbol dedicado a los países de la Commonwealth fue bendecida en la Capilla Real del Palacio de St James.
Esta tela tiene un tamaño de 2,6 metros por 2,2 metros y está montada sobre un marco de madera con postes coronados con águilas de bronce acabadas con pan de oro. Además, este objeto busca ofrecer privacidad al nuevo monarca durante el momento de la unción con aceite.
Aceite sagrado
Otro de los elementos más importantes durante la coronación del rey Carlos III será el aceite sagrado que se utilizará para ungir al nuevo soberano.
Este aceite se consagró en la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén en una ceremonia religiosa. A diferencia del aceite utilizado en coronaciones anteriores, este no contiene ingredientes de origen animal; sino que está hecho a partir de aceite de oliva perfumado con una mezcla de aceites esenciales de rosa, jazmín, canela, neroli, benjuí y azahar.
El aceite es especialmente significativo para la familia real ya que se obtuvo de aceitunas cultivadas en el Monasterio de María Magdalena en el monte de los Olivos; en donde se encuentra enterrada la princesa Alicia, abuela paterna del rey.
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De esta forma, el mundo vivirá un evento completamente inédito al que asistirán más de 2.200 invitados espaciales; entre miembros de la familia real, representantes de 203 países, de los cuales 100 serán jefes de estado. Asimismo, a la ceremonia también asistirán representantes de la Iglesia y de diferentes regiones
El rey Carlos III ha pedido que la ceremonia sea más sobria y corta que la de su madre, la reina Isabel II; pero sin perder el simbolismo y las tradiciones de la monarquía británica.
Está será la primera coronación de un nuevo rey en el siglo XXI; ya que se trata de un evento que no se ha visto en 70 años.