La pérdida de Cheslie Kryst, Miss USA 2019, ha conmocionado al público. La joven abogada de 30 años, con un MBA y una exitosa carrera como presentadora, luchaba con problemas de salud mental desde mucho tiempo antes de perder la vida.
Así lo demuestra un ensayo que escribió en 2021 para la revista Allure, en la que dejó muy claro cuáles eran sus sentimientos. El texto ha resurgido a raíz de los comentarios en redes de quienes creen que este era un llamado desesperado de ayuda que quizás no fue atendido.
“¿Por qué trabajar tan duro para capturar los sueños que me ha enseñado la sociedad a querer cuando solo encuentro vacío?” escribió en la publicación, que aborda los tres problemas que se cree que precipitaron el final de una vida exitosa y llena de logros. La obsesión de la sociedad con la juventud, las críticas en las redes sociales y el deber de ser exitosa.
La Miss USA de mayor edad de la historia
Con 28 años, se convirtió en la Miss USA de mayor edad en ganar la competición en los 68 años de historia del certamen. Un título que vino con las críticas despiadadas de ‘trolls’ online que abrieron una petición para pedir que se bajara el límite de edad de las participantes del concurso.
“Cada vez que digo: “Voy a cumplir 30 años”, me acobardo un poco. A veces puedo enmascarar esta respuesta incómoda con entusiasmo; otras veces, mi entusiasmo se siente hueco, como una mala actuación. La sociedad nunca ha sido amable con los que envejecen, especialmente con las mujeres”, afirmó Kryst.
Cheslie Kryst sentía la presión por ser exitosa
Dijo que los jóvenes son presionados “a acumular logros lo más rápido posible para estar a la altura de nuestros compañeros”. Viniendo de una chica que no solo tenía belleza, sino el amor de su familia, amigos, era atleta de pista y había sido nominada al Emmy, el leer estas palabras y luego saber el final, ha llamado la atención de muchos sobre la epidemia de depresión y el enorme peso de las expectativas impuestas sobre los jóvenes.
Para ella, su vida de logros se reducía a un “ansia solitaria de obtener el siguiente premio. Algunos verían este hambre y lo etiquetarían como “competitividad”; otros lo llamarían la sed insaciable de la inseguridad”.
A continuación, Cheslie Kryst hablaba sobre cómo su reinado de Miss USA le inyectó pasión a su vida. Y recordaba cómo pasó su cumpleaños en pijamas, en su casa, solo recibiendo llamadas.
Concluyó el ensayo diciendo: “Ahora, entro en el año 30 buscando la alegría y el propósito en mis propios términos – y eso se siente como mi propia dulce victoria”.
Pero el trágico final de su vida, al saltar del rascacielos en el que vivía en Nueva York el pasado 30 de enero, ha demostrado que esas luchas personales continuaban para la modelo. Su último post en Instagram es elocuente sobre su último deseo: “Que este día te traiga descanso y paz”.