En medio de la polémica que se generó con Novak Djokovic en Australia, se conoció que el tenista es el propietario del 80% de la firma danesa QuantBioRes, la cual viene desarrollando un tratamiento contra el COVID-19.
Así lo reveló el director de esta compañía, Ivan Loncarevic, al asegurar en entrevista con el diario BT que la empresa fue registrada en junio de 2020 y su plan contempla fabricar un medicamento que permita tratar el coronavirus, pero no una vacuna contra esta enfermedad.
“Estamos preparados para diseñar un tratamiento que pueda bloquear el mecanismo de infección entre el coronavirus y nuestras células”, indicó Loncarevic a BT.
El pronunciamiento causó mucha sorpresa ya que el mismo Djokovic generó una controversia por ingresar a Australia sin vacunarse alegando que tenía una exención médica para no estar inmunizado, supuestamente por haber estado contagiado de COVID-19 recientemente.
Desde un principio, el tenista número uno del mundo ha sido reacio a la vacuna y al conocerse esta noticia muchos quedaron sorprendidos de que sea el máximo accionista de esta empresa.
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De acuerdo con Loncarevic, fue a través de sus contactos como consiguió atraer a varios inversores, entre ellos a Djokovic y su esposa Jelena.
“Cuando empecé a trabajar con esto, definí el proyecto, hice un plan de negocios, expliqué quién iba a participar, lo que costaba e hice un documento oficial que envié a distintas personas que pensé podían estar interesadas”, explicó.
Esta compañía espera que el tratamiento sea sometido a pruebas clínicas en Londres el próximo verano para luego ser aprobado por las autoridades sanitarias correspondientes.
Novela Djokovic
El tenista generó una gran polémica en los primeros días de enero luego de que arribara a Australia sin vacunarse, lo cual abrió todo un debate jurídico sobre si debía ser deportado o no del país en medio de las estrictas normas sanitarias frente al COVID-19.
Las autoridades migratorias australianas le cancelaron en dos oportunidades el visado al tenista serbio, por lo que sus abogados llevaron el caso hasta los tribunales para evitar su expulsión y pudiera participar del torneo del Abierto de Australia.
Sin embargo, en medio de la controversia el Tribunal Federal de Australia decidió de manera unánime que la cancelación del visado del tenista por parte del ministro de Inmigración, Alex Hawke, estaba ajustada a la ley y lo por tanto Djokovic tenía que salir del país.
El atleta había llegado a territorio australiano el pasado 5 de enero con una exención médica para no estar vacunado por haber superado la COVID-19 en diciembre.
De esta forma, el tenista fue detenido para ser presentado ante el tribunal en donde los jueces definieron que había incumplido las normas sanitarias y legales al haber ingresado al país sin vacunarse.
Finalmente, el tenista número uno del mundo fue deportado y no pudo participar del Abierto de Australia, pero también abrió un fuerte debate sobre la obligatoriedad de exigir la vacuna del COVID-19 a la población.