Tras una semana de homenajes en el que miles de británicos rindieron un tributo y se despidieron de la reina Isabel II, la monarca será enterrada este lunes 19 de septiembre en el que será uno de los funerales más multitudinarios en la historia reciente del planeta.
El Palacio de Buckingham informó que la soberana de 96 años será sepultada en una ceremonia privada en la Capilla de San Jorge, ubicada en el Castillo de Windsor.
De esta forma, la reina descansará junto a la tumba de su esposo, Felipe de Edimburgo, y en el mismo lugar en el que también fueron enterrados su padre, el rey Jorge VI; su madre Isabel y su hermana Margarita.
Esta ceremonia tendrá lugar a las 19.30 hora local (18.30 GMT), después de la celebración en Londres del funeral de Estado, que tendrá lugar en la Abadía de Westminster y al que asistirán numerosos jefes de Estado o Gobierno y representantes de casas reales.
Precisamente, se espera la asistencia de 2.000 personas entre los que se encuentran el presidente de EE.UU., Joe Biden; el presidente de Francia, Emmanuel Macron; así como la de los reyes de España Felipe VI y Letizia, entre otros otros importantes dignatarios del mundo.
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Tras este servicio religioso, se realizará un silencio de dos minutos en todo el país y luego se procederá a cantar el himno nacional “Dios salve al rey”.
La última morada
El lunes 19 de septiembre se pondrá fin a una era en la que Isabel II se convirtió en la monarca con el reinado más largo del Reino Unido, siendo testigo además de los hechos más importantes de la historia del planeta.
De esta forma, tras la multitudinaria asistencia de cientos de miles de británicos a la cámara ardiente del Westminster Hall, se le dará el último adiós a una de las mujeres más destacadas del mundo.
La ceremonia iniciará cuando un carro de artillería de la Marina Real (Royal Navy), de 123 años de antigüedad, empiece a ser tirado por 98 marineros para llevar el féretro de Isabel II desde el Salón de Westminster hasta la Abadía de Westminster para el funeral de Estado.
Precisamente, la última vez que se organizó un funeral en la Abadía de Westminster fue en 1760 tras la muerte del rey Jorge II.
El protocolo contempla que el rey Carlos III y otros miembros de la familia real caminarán detrás del cortejo fúnebre; seguidos por todos los integrantes del parlamento del Reino Unido.
La procesión también estará acompañada por gaiteros de regimientos escoceses e irlandeses, así como músicos de la Real Fuerza Aérea (RAF).
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El deán de Westminster, David Hoyle, dirigirá el servicio religioso y el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, líder espiritual de la Iglesia Anglicana, de la que el monarca es cabeza, pronunciará el sermón.
Al término del funeral, el rey y otros miembros de la familia real caminarán detrás del féretro de la reina hasta el Arco de Wellington, en el centro de Londres, desde donde será llevado hasta el castillo de Windsor, la que fuera la residencia de fin de semana de la soberana y donde se instaló en el último año.
Tras un nuevo servicio religioso en la Capilla de San Jorge, se realizará la última ceremonia privada a la que solo asistirán los miembros más cercanos de la familia real y se le dará la última despedida a Isabel II tras su reinado de 70 años.
Finalmente, el Reino Unido y el mundo cierran una página de su historia con el último adiós de la reina Isabel II en uno de los funerales más multitudinarios de todos los tiempos.