El candidato de izquierda Gustavo Petro logró conquistar a la ciudadanía en Colombia al alcanzar el 50.57 % de la votación y tendrá el reto de gobernar a un país polarizado en los próximos cuatro años.
El exalcalde de la ciudad de Bogotá venció a su contrincante Rodolfo Hernández en una reñida segunda vuelta en la que curiosamente no hubo debates presidenciales debido a que ninguno de los candidatos se puso de acuerdo.
A través de un discurso que invitaba a un cambio sustancial en el manejo de los recursos públicos, el nuevo presidente tiene el reto de sacar a la nación suramericana de una creciente inflación económica, además debe cumplir una de sus mayores promesas de campaña: el fin de la corrupción.
El acumulado descontento social y la baja aceptación del gobierno del presidente Iván Duque han allanado el camino para que Gustavo Petro lograra llegar a la Casa de Nariño para dirigir los destinos de la ciudadanía a partir del 7 de agosto.
Gustavo Petro es el nuevo presidente de Colombia
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Esto ha significado un fuerte golpe a los partidos tradicionales, entre ellos el del expresidente Álvaro Uribe, los cuales han generado un gran descontento social debido a sus impopulares decisiones en los últimos años; que según los analistas han generado mayor desigualdad y falta de oportunidades para los más jóvenes.
En medio de estas elecciones, Colombia también eligió a su primera vicepresidenta afrodescendiente de la historia, Francia Márquez.
Márquez es una reconocida activista y abogada de una de las zonas más golpeadas por el conflicto armado, que ha sabido representar el descontento social de las calles.
El discurso ganador de Gustavo Petro
El Movistar Arena en Bogotá fue el escenario en el que Gustavo Petro celebró su victoria en las elecciones de Colombia y envió un mensaje de reconciliación, crecimiento económico y cambio social.”
Es historia lo que estamos escribiendo en este momento. Una historia nueva para Colombia, América Latina y el mundo”, explicó en el inicio de su discurso.
“El cambio consiste en dejar el odio, los sectarismos atrás. Nosotros queremos que Colombia en su diversidad sea una. Necesitamos la política del amor, del diálogo, de entendimiento y que nos comprendamos los unos a los otros”, comentó.
“Ahora son ustedes la fuerza del amor, el cambio y la esperanza”, comentó con la voz cortada en agradecimiento a sus electores y a su familia.
“Cuánta gente que desapareció por los caminos de Colombia, cuánta gente que murió y está presa en estos momentos. Cuántos jóvenes encadenamos. Yo le pido al Fiscal General de la Nación que libere a nuestra juventud”.
“No es el momento de los odios. Este gobierno que va a iniciar es el de la vida”, prometió Petro a sus electores enfatizando que habrá justicia social y ambiental.
“¿Qué significa la paz? Que los que votaron por Rodolfo Hernández, incluido él, son bienvenidos a ser parte de este gobierno. Significa que nos perdonamos, significa que la oposición bajo los liderazgos que quieran será siempre bienvenida en el Palacio de Nariño para dialogar en los problemas de Colombia”, ratificó a quienes dudan de su mandato.
“La paz es que la sociedad colombiana tenga oportunidades, que alguien como yo o Francia puedan ser presidente o vicepresidencia”, ratificó. “Nosotros vamos a desarrollar el capitalismo en el país, no porque lo amemos sino porque debemos superar el atraso en nuestra nación”.
El discurso fue en un momento interrumpido por la mamá de Dilan Cruz, quien falleció en medio del paro nacional, y exigió justicia por su hijo: “La esperanza de los pobre, ricos, y toda la ciudadanía está en usted presidente”.
Gustavo Petro también habló sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y explicó que está dispuesto a hablar con Joe Biden para acelerar los pasos a una transición energética que no se base en combustibles fósiles.
Los retos del nuevo presidente de Colombia
El nuevo mandatario llega a la presidencia de una nación golpeada por la pobreza, la cual alcanzó el 39 % de los 50 millones de ciudadanos, según cifras del Dane. Mientras que el desempleo ronda el 11 % y la informalidad el 45 %.
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Además, el país se ha visto golpeado por creciente tráfico de sustancias prohibidas y la violencia que desencadena esta práctica, con varios grupos ilegales expandiéndose por el territorio, lo cual representa un gran desafío del nuevo gobierno.