En cuestión de días comenzará el mundial de fútbol, uno de los eventos deportivos más importantes y los medios de comunicación han comenzado publicar información al respecto. Sin embargo, no todas las publicaciones están vinculadas al turismo y a la diversión.
De acuerdo con la agencia de noticias EFE, funcionarios de altos cargos de la FIFA habrían sido víctimas de espionaje durante al menos nueve años por Qatar, cuyo objetivo era garantizar la sede del campeonato en el país árabe. Esto fue revelado el pasado 2 de noviembre en un reportaje de investigación que emitido a través de la televisión suiza.
El trabajo periodístico pertenece al canal público en alemán SRF, que aseguran que el emir de Qatar, Tamin bin Hamad al Thani, estuvo implicado en la operación de espionaje, ya que le ordenó a antiguos espías de la CIA conseguir listas detalladas de llamadas y mensajes por parte de los miembros del comité ejecutivo de la FIFA.
Asimismo, EFE reseñó que esta maniobra al principio pudo haber estado dirigida contra las candidaturas que competían para ser la sede del Mundial de 2022, estas naciones eran Estados Unidos, Japón, Australia y Corea del Sur, y luego silenciar las voces críticas ante la elección del Qatar por presuntos abusos en materia de derechos laborales y humanos.
Según el medio SRF, Qatar utilizó este espionaje de la empresa estadounidense Global Risk Advisors, que está compuesta por antiguos colaboradores de los servicios secretos norteamericanos y es dirigido por Kevin Chalker, antiguo espía de la CIA.
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¿Cómo se ejecutó esta presunta maniobra de espionaje?
El medio suizo indicó que en esta operación habrían participado alrededor de 66 agentes, quienes están distribuidos en los cinco continentes, como parte de un acuerdo entre Qatar y la firma de seguridad que pudo negociarse en Zúrich, ciudad donde se encuentra ubicada la sede de la FIFA, y que el costo de esta operación pudo costar 387 millones de dólares.
Ante estas acusaciones, las autoridades qataríes no se han pronunciado al respecto. Aunque, el Al Thani denunció que hay una campaña de desprestigio contra su país en víspera a la celebración del Mundial, para omitir el hecho que este campeonato se realizará por primera vez en una nación árabe.
Mientras que la Fiscalía Zúrich, que conoce del presunto espionaje desde el año 2012, decidió no abrir investigación y cerró definitivamente la posible causa en 2020, alegando falta de pruebas.