Una joven británica sufre de una extraña patología que ha dejado sorprendido a más de uno: tiene un síndrome que la hace alérgica a las emociones. Es por eso que la risa, el llanto y el sudor podrían llevarla a un hospital e incluso causarle la muerte.
Se trata de Natasha Coates, de 28 años, quien contó que fue diagnosticada con el Síndrome de Activación de Mastocitos, una enfermedad inmunológica en la que los mastocitos (un tipo de glóbulo blanco) secretan sustancias químicas en exceso induciendo fuertes síntomas en su cuerpo.
“Soy alérgica a las emociones fuertes. Cualquier cambio en mi cuerpo, ya sea que esté riendo, llorando, triste o estresada, puede provocar una reacción química. Ocurre casi todos los días y me han hospitalizado más de 500 veces”, aseguró Natasha al diario New York Post.
Según su relato, esta enfermedad le fue diagnosticada cuando tenía 18 años y ha tenido que aprender a vivir con ella, con la cual, literalmente, podría morirse de la risa.
Mayo Clinic informa que esta enfermedad se genera cuando estos mastocitos se acumulan de forma excesiva en la piel, la médula ósea, el tracto digestivo y otros órganos del cuerpo, desencadenando una fuerte reacción alérgica.
“Cuando se desencadenan, estos mastocitos liberan sustancias que pueden causar signos y síntomas similares a los de una reacción alérgica y, a veces, una inflamación grave que puede provocar daños en los órganos”; indica Mayo Clinic.
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Natasha Coates lleva una fuerte lucha por sobrevivir
A través de sus redes sociales, Natasha ha contado que durante todos estos años ha tenido que aprender a vivir con esta enfermedad.
Y aunque las fuertes reacciones y síntomas han hecho que en varias oportunidades acuda a urgencias, Natasha ha decidido practicar la gimnasia; logrando convertirse en una fuente de inspiración para quienes también sufren de esta condición.
De igual forma, ha tenido que seleccionar específicamente los alimentos que puede consumir porque muchos de los componentes o ingredientes le pueden desencadenar esta grave alergia.
“Hay muchos alimentos que me llevarán al hospital y otros que, con suerte, no. Debido a las sustancias químicas que se liberan cuando estoy digiriendo los alimentos, a veces no es lo que estoy comiendo sino el proceso de digestión lo que desencadena la anafilaxia”; indicó la joven.
Asimismo, tiene que evitar todo tipo de sprays corporales, productos de limpieza y velas perfumadas, porque sabe que en cualquier momento presentará una reacción alérgica.
“A veces tengo que evitar situaciones sociales. Voy sobre una base de riesgo versus recompensa. Estudio los menús de antemano, tomo medicamentos adicionales y espero lo mejor. Necesito saber dónde está el hospital más cercano, que tengo mi plan de atención y suficientes medicamentos”, explicó.
Natasha solo ha tomado vacaciones en el Reino Unido porque sabe que subirse a un avión le podría provocar una serie de emociones y a miles de metros de altura podrían llevarla a la muerte.