Durante una misa en Sicilia, Italia, el monseñor Antonio Staglianò dijo que “Santa no existe”. La afirmación le valió el reclamo de muchas madres que compartían la ceremonia con sus pequeños hijos. Para sorpresa de los adultos, que asimilaban atónitos aquella declaración, los niños se levantaron y dijeron que ellos sabían que los regalos los dejaban sus familiares debajo del árbol de Navidad. Parece una película de comedia, pero no lo es.
El obispo confesó que de pequeño también creía en el señor barbudo que vive en el Polo Norte, pero que la Navidad se redujo al consumismo y no a una tradición que reconcilie y que una a las familias.
“El verdadero problema es que la Navidad ya no pertenece a la cultura cristiana, sino a una cultura consumista de comer, beber y vestirse. Ve y mira, las iglesias están vacías”, reclamó Staglianò al diario Corriere Della Sera.
La revelación del secreto hizo que la Basílica del Santísimo Salvador de Noto (Sicilia) fuera epicentro del bullicio de adultos que disimulaban frente a sus hijos. Sin embargo, para el obispo, la indignación solo se reflejó en las madres, ya que “los niños ya estaban enterados”:
“Decenas de niños quisieron acercarse al micrófono para decir que ya sabían que su tío o sus padres traían los regalos”, insistió.
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San Nicolás no es Papá Noel
Quiso reparar al decir: “Nunca dije que Papá Noel no existiera, sino que existe como personaje imaginario y no como una persona real. Y que a pesar de ser un personaje imaginario, tiene raíces históricas de una persona real y esa persona es San Nicolás”.
“Si queremos hablar de la figura de Papá Noel, entonces diré que le robó esa idea a San Nicolás, que es un santo que realmente existió, que fue real, porque siguió el camino de Jesús y que por lo tanto encarna la Navidad. Pero ahora la Navidad es un cumpleaños sin el cumpleañero. Ya no nos pertenece, porque sus palabras, sus símbolos y sus acciones han sido absorbidos por el agujero negro del consumismo. ¿Y los pastores no vamos a decir nada?”, continuó.
El Santa de Coca-Cola
En declaraciones para el periódico italiano, Staglianò también lanzó algunas reflexiones a Coca-Cola.
“Si dices que culpo a Coca-Cola, no estoy de acuerdo, pero una imagen creada a propósito también corroe la tradición cristiana y yo, en mi papel de obispo, debo decirlo”, dijo.
El obispo cuestiona la imagen que se ha usado en el último siglo de un Santa “uniformado de rojo” para comercializar los productos que se relacionan con la Navidad. Y fue precisamente en 1881 cuando el caricaturista estadounidense Thomas Nast ilustró al Santa que hoy todos conocen, un anciano barbudo, corpulento, vestido con un traje rojo, con botas y cinturón negro.