Planificar una gran boda en tan solo una semana parece una idea imposible. Sin embargo, esto fue lo que logró una pareja de Florida, Estados Unidos, luego de que a la madre del novio la diagnosticaran con cáncer tipo 4.
Si bien esta noticia era dura para la familia, los novios tenían claro dos cosas: que querían casarse y que en ese día tan especial estuviera ella presente.
Por eso, Sam y Brooke Falic, contaron en entrevista exclusiva con People, que tuvieron que organizar una lujosa boda en tan solo una semana, luego de recibir la terrible noticia sobre el cáncer de riñón en etapa 4 que padecía la madre de Sam.
Ver a su hijo casado era el gran sueño de Jana, la madre de Sam. Incluso, la mujer de 65 años tenía en mente la canción del baile de la madre y el novio para ese día anhelado.
Pese a los malestares que sentía y que la hicieron pensar que estaba presentando cálculo en los riñones, el foco de atención de Jana era la boda de su hijo con su nuera.
Ver esta publicación en Instagram
Ver más: Una familia se rapó la cabeza para apoyar a una de sus integrantes diagnosticada con cáncer
“Estábamos en el médico y, sí, su principal preocupación era la boda”, recordó Sam. “Ella tenía una canción específica que siempre quiso para el baile de madre e hijo y seguía preguntando cuándo podría ir a la boda y los médicos simplemente dijeron ‘No’. Ella estaba empeorando. Tuvimos que actuar rápidamente”.
Pareja hizo su boda en una semana por cáncer tipo 4 que padecía la madre del novio
Ese fue el momento en el que Sam entendió que debía apresurar sus planes de boda porque no sabía hasta cuándo tendría a su madre consigo.
“Me senté con mi increíble prometida y le dije que nunca me perdonaría si Dios no lo quiera, se perdió el baile que siempre había soñado hacer”, contó Sam. “Prefiero casarme en mi patio trasero. Solo quiero a mi mamá allí”.
Casualmente, Brooke vive una experiencia similar con su madre que también padece un incurable cáncer cerebral por el que hace 10 años se sometió a una quimioterapia agresiva. Fue ella misma quien le aconsejó a su hija que adelantaran este gran paso por su suegra.
“Cuando mi mamá se enteró de esto, estaba de acuerdo con la boda”, contó Brooke. “Dijo que teníamos que hacerlo porque ella hubiera querido esto si estuviera en su lugar”.
Además, Brooke también sabía que la boda no habría sido lo misma sin la presencia de su suegra. “La verdad es que la boda nunca habría sido la de nuestros sueños si Jana no hubiera estado allí”.
De ese modo la familia de los novios se puso en marcha y juntos dijeron ¡Manos a la obra! Así que las tres hermanas mayores de Sam dividieron las tareas para poder celebrar una gran boda con fecha tope del 3 de julio.
“Acabamos de decirle a la gente que no tenemos un lugar, hora o lugar, pero volaremos a Miami el 3 de julio”, dijo Brooke. “Fue una pelea”.
De ese modo Jana vivió el sueño de ver a su hijo en el altar junto a su ahora esposa Brooke. Los novios tuvieron una boda soñada, atesorando cada momento y valorando aún más las cosas realmente importantes de la vida.
Entre lágrimas Jana asumió el duro proceso de salud que ahora está viviendo y que, mientras estuvo enfocada en el matrimonio, quiso pasar por alto.
“¡No es un gran cáncer!”. expresó tratando de convencerse a ella misma. “Quería verme bien y sentirme bien en la boda. Quería bailar con mi único hijo. Mis tres hijas, mi hijo, bailamos todos juntos en la boda y fue hermoso. No sé por qué lloro porque fue tan lindo”.
Hoy Jana lucha contra el cáncer aferrándose a su familia y a esos momentos especiales que la llenan de vida. “Mi nieta me hizo un álbum y esas son las razones por las que tengo que mejorar”.
Y aunque su familia buscó por todos los medios alternativas para ella, los médicos coincidieron en que sus únicas opciones son someterse a un programa de tratamiento agresivo de quimioterapia que afectaría significativamente su calidad de vida o disfrutar de lo que le resta de tiempo con medicamentos para mitigar el dolor.
“Los médicos me dijeron que la quimioterapia iba a ser horrible, o podemos hacer que te sientas cómoda y que puedas dejarlo ir”, dijo Jana. “Fue terrible cuando me dijeron eso. Así que aquí estoy luchando”.
Hoy, y luego de tener la dicha de que Jana estuviera en ese día tan especial para ellos, Sam y Brooke reflexionaron sobre lo realmente importante de la vida y en momentos como estos. Ambos agradecen cada día que pasan junto a Jana, ayudándola en su proceso de tratamiento médico.