Las cirugías estéticas cada vez se vuelven más populares, las personas recurren a ellas con el fin de cambiar algunos rasgos o rejuvenecer. No obstante, no siempre terminan teniendo los resultados esperados y, por el contrario, se convierten en el inicio de una gran pesadilla.
Así fue el caso Pete Broadhurst, quien se sometió a una cirugía plástica, pero no obtuvo lo que quería y provocó que su vida cambiara para siempre. El hombre se realizó un retoque estético que generó que los párpados inferiores se separaran del glóbulo ocular y, en consecuencia, no puede cerrar sus ojos.
La pesadilla de Pete Broadhurst empezó en el 2019
En el año 2019, Pete se hizo un procedimiento para reducir la hinchazón de sus mejillas, debido a que no le gustaba como lucían. Para ello, el hombre se sometió a un estiramiento de cuello, una blefaroplastia debajo de los ojos y una rinoplastia durante una cirugía de nueve horas.
Sin embargo, y tras salir de la intervención quirúrgica se dio cuenta de que algo no estaba bien, debido a que se sentía muy mal.
“Parecía que me habían golpeado. Fue horrible y no podía cerrar los ojos. Estuve enfermo toda la noche y mientras dormía. El día después de la cirugía deseé no haber ido nunca”, reveló, según informó La Vanguardia.
Dos semanas después de esto, él se dirigió al hospital para que le quitaran los puntos y le comentó a los médicos que tenía los ojos muy irritados. La respuesta que le dieron en ese momento fue que se trataba de efectos secundarios normales y que pasarían por sí solos con el tiempo.
Pete Broadhurst descubrió que no podría volver a cerrar sus ojos
Tras acudir a una segunda opinión confirmó lo que se iba a convertir en su peor pesadilla: sus ojos no volverían a cerrar correctamente. Después de la operación, Pete Broadhurst desarrolló ectropión, una condición que separa los párpados inferiores del globo ocular, evitando que estos se puedan cerrar por completo.
En la actualidad, Pete se ha sometido a algunas cirugías correctivas, pero por desgracia sigue sin poder cerrar sus ojos. Esto le ha causado dificultades de visión, tanto que no puede conducir ni siquiera distinguir las expresiones faciales de las personas.
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Debe aplicarse gotas para mantener los ojos húmedos
Pete debe usar gotas constantemente para mantener sus ojos húmedos y duerme con una toalla caliente sobre la cara. El hombre de Birmingham, Reino Unido, durante años intentó pegarse los ojos con cinta adhesiva para poder dormir.
Pese a que ya han pasado varios años, Broadhurst no ha perdido la esperanza de recuperar algún día su antigua visión y acabar con la ectropión. Por ahora, Pete busca que su historia se conozca para concienciar a las personas que están pensando en someterse a un retoque estético, que lo hagan con especialistas profesionales y se informen sobre los posibles efectos secundarios.