Los maestros en casi todo el mundo se enfrentan a nuevos problemas, debido a nuevas realidades. Escuelas que no abren (o si), mala paga, exigencias irreales y niños cada vez más exigentes.
Sin embargo, la nueva forma de manejar la paternidad parece ser uno de los mayores contras.
“Hoy en día, profesores nuevos se integran al gremio y permanecen en la profesión un promedio de 4.5 años y muchos reflejan haber tenido ‘conflictos con los padres’ de sus alumnos, como una de las razones para abandonar su trabajo”, dijo Ron Clark, autor sobre educación, a CNN editorial.
Así mismo, se ha hecho notorio el caso de Jessica Gentry, una exmaestra de kindergarten que soportó 12 años en su práctica.
Empleada de la misma escuela, la Stone Spring Elementary School en Harrisonburg, Virginia, Estados Unidos, escribió al momento de renunciar un post en Facebook que se hizo viral.
En ella da la razón a Clark y argumenta que los padres de los niños son una de las razones principales.
Entre otras cosas, asegura que es más fácil para su gerente de recursos humanos pensar que ella había encontrado un trabajo mejor a estudiar la raíz del problema.
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La maestra Jessica Gentry explicó en un listado las razones que la hicieron tomar la decisión
Gentry hizo una lista de 5 razones fundamentales por las cuales dejó de ser maestra, siendo estas las siguientes:
- La vieja excusa de que ‘los niños cambiaron’ es mentira. No, no es así. Los niños son niños. La paternidad y la sociedad son las que han cambiado. Los padres son workaholics, consumidos por su propia tecnología y dejan a los niños desatendidos, los niños no son la excusa.
- En el medio de todo esto, la respuesta del sistema educativo es que necesitamos ‘Escuelas del siglo 21’, tecnología de primera para cada alumno. ¿Así que nos olvidamos de lo básico que es enseñar a construir una relación social o trabajar con las manos? Los niños no manejan las convenciones sociales correctamente, ¿Entonces los saturamos de más tecnología?
- Y como hay algo que no está funcionando… ¿De quién es la culpa? Claro, de los maestros. Así que además de sus responsabilidades, acostúmbralos a recibir cursos y más supervisión, sin que esto influya en la calidad de la educación.
- En vez de finalmente tratar de canalizar a los padres y hacerlos compañeros verdaderos de sus hijos, sea cual sea su situación, nuestro trabajo se adaptó a la cultura de satisfacer al cliente. Algunos padres, adultos obviamente, quejándose de los regaños por inasistencia o indisciplina. He tenido padres que me han dicho que no tengo permitido decirle que ‘no’ a sus hijos, otros que me han hasta insultado…
- Mi salud mental y física está puesta en riesgo todos los días. Saber que tus niños (porque la relación de un buen maestro con sus alumnos es un vínculo especial) necesitan más y los adultos se hacen la vista gorda, sentarme reunión tras reunión, pedir apoyo, ¿para que me digan ‘no pierdas el sueño por ellos…’, me parece indignante. Yo amo a mis alumnos y soy apasionada con mi misión, este tipo de mensajes y respuestas simplemente me quebraban.
“Empecé a trabajar desde casa”, escribió en su post en Facebook. “Porque verdaderamente pienso que todo empieza aquí. Encontré algo que me permite impactar el entorno de los alumnos en sus hogares, positivamente”.
Así los ayuda y así encara esta nueva etapa después de su muy certera crítica a la ‘nueva educación’: atención personalizada para un resultado más efectivo, a su manera.
En una entrevista con Good Morning America, la maestra aseguró que la respuesta a su post viral había sido absolutamente positiva.