El 21 de diciembre marca en el planeta el inicio del solsticio de invierno para los países del hemisferio norte y del verano para los del hemisferio sur.
El fenómeno se produce debido a que el eje de rotación de la Tierra se inclina a unos 23.4 grados respecto al Sol, marcando el cambio de estaciones.
De esta forma, esta alineación astronómica hace que este día se considere el más corto del año para los países del norte debido a que el Sol aparecerá en una posición mucho más al sur de lo normal.
Este posicionamiento hace que el tiempo de duración de la luz del Sol disminuya drásticamente y dure menos horas mientras se está más cerca del Polo Norte.
“En el solsticio, la trayectoria del Sol aparece más al norte o al sur, dependiendo de la mitad del planeta en la que te encuentres. Las estaciones cambian en la Tierra porque el planeta está ligeramente inclinado sobre su eje mientras viaja alrededor del Sol”, indicó la NASA.
Un escenario diferente enfrentan los países del hemisferio Sur como Chile, Australia y Sudáfrica ya que para esta misma fecha tendrán la llegada del solsticio de verano y por lo tanto será el día más largo del año.
¿Cuántas veces se produce?
Este fenómeno generalmente ocurre todos los años el 21 o 22 de diciembre, pero su hora puede cambiar ya que el tiempo que tarda la Tierra en darle la vuelta al Sol no coincide exactamente con nuestro calendario.
En ese sentido, estos fenómenos son casi imperceptibles para las personas que viven sobre o cerca de la línea ecuatorial.
Sin embargo, durante el año se registran dos solsticios: uno en junio y otro en diciembre, pero cada uno marca el inicio del verano e invierno para los dos hemisferios de nuestro planeta.
Este posicionamiento de la Tierra provoca que los países del hemisferio norte presenten temperaturas más frías debido a que reciben la luz del Sol de forma más indirecta; mientras que al sur se registra un aumento de las temperaturas que son muy características del verano.
“El solsticio de diciembre trae el día más corto y la noche más larga del año para lugares en la mitad norte del mundo, como los Estados Unidos; mientras que la mitad sur del planeta está experimentando su día más largo y su noche más corta”, explicó la NASA.
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Durante esta época es común escuchar que algunos países solo ven la luz del Sol por menos de 12 horas, pero hacia el Polo Sur ocurre todo lo contrario y la luz se extenderá por más de 12 horas, especialmente en la Zona Antártica.
Por ejemplo, el Sol saldrá a las 9:23 am en una ciudad como Helsinki (Finlandia) y se ocultará sobre las 3:12 p.m.; por lo que los habitantes de esta zona de Europa solo tendrán la luz solar por menos de seis horas.
Los solsticios han estado vinculados históricamente a algunas culturas milenarias que aprendieron que la luz del día variaba a partir de la trayectoria del Sol en el cielo, por lo que construyeron monumentos para predecir sus movimientos y adorar a esta estrella y desarrollaron toda una serie de fiestas alrededor de este día.
La noche polar
Un dato curioso es que, debido a esta inclinación que nos marca el inicio del solsticio de invierno, algunas zonas del mundo tendrán la denominada ‘noche polar’ en la que durante varias semanas e incluso meses no volverán a ver la luz del sol.
Esto es provocado por la inclinación que se presenta en el eje de la Tierra haciendo que el Círculo Polar Ártico y Antártico no puedan contemplar la luz solar en diferentes meses del año.
Durante esta época, el Sol no alcanza una altura suficiente para superar el horizonte provocando que las localidades y pueblos ubicados en estas zonas polares tengan que vivir en oscuridad.
Uno de los pueblos que es conocido por registrar este fenómeno es Barrow (Alaska), en donde sus habitantes no verán la luz del Sol hasta 2022.
El último día que esta localidad vio la luz solar fue el 18 de noviembre y sus pobladores ya estaban preparados para permanecer sin esta luz natural hasta el 23 de enero de 2022.
De esta forma, durante 67 días la localidad estadounidense de Barrow permanecerá de noche pero los habitantes están tan acostumbrados que dependiendo de la intensidad del invierno tratan de realizar sus actividades con total normalidad.
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