Gladys Bravo demostró que la edad no es un límite para hacer lo que más nos gusta: a sus 69 años se convirtió en campeona de fisicoculturismo en Chile, lo que dio pasajes para representar a su país a nivel suramericano en un torneo que se realizará en Buenos Aires, Argentina.
La chilena trabajaba como secretearía, pero a los 55 años perdió su empleo y decidió enfocarse en algo que siempre había querido ser: fisicoculturista.
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Desde entonces, Gladys ha venido forjando y trabajando en su figura con mucha disciplina. Hace 3 años empezó a competir profesionalmente en fisicoculturismo tras dedicarse a ser entrenadora profesional.
“Estoy muy feliz, muy contenta, porque venimos saliendo de la pandemia y alcance a ir tres meses al gimnasio desde que terminó la cuarentena. Mi ventaja fue que no dejé de entrenar, porque tengo implementos en mi casa. Soy personal trainer y logré mantenerme”, comentó Bravo a LUN.
La campeona de fisicoculturismo está casada, tiene tres hijos y varios nietos, y siempre ha contado con el apoyo de ellos. “Cuando voy a la casa de mis compañeros, las abuelitas de ellos no son como la mía”, asegura uno de los pequeños.
Gladys Bravo ha conseguido su condición física gracias a una adecuada rutina de ejercicios y comida saludable
Con la ayuda de un entrenador personal y un nutricionista, Gladys logró tener la condición física que la llevó a conseguir el título nacional de bodyfitness master. La ‘abuela fitness’, como es conocida de cariño, asegura que la alimentación es fundamental para este tipo de atletas.
“Desayuno post entrenamiento, almuerzo, algo en la tarde y, como a las diez, mi última y pobrecita comida. Como arroz integral cocido, con aliño; todo tipo de ensaladas, más verdes, eso sí; brócoli, lechuga; pescado, carne sin grasa a la plancha, pollo, pan pita, pan de molde integral, todo saludable”, reveló.