Una gran sorpresa se llevó una oftalmóloga en EE.UU. al descubrir que una paciente tenía varios lentes de contacto atrapados entre uno de sus ojos y el párpado.
Así lo pudo evidenciar la doctora Katarina Kurteeva, oftalmóloga de California Eye Associates en Newport Beach, al atender a una paciente y descubrir que tenía 23 lentes de contacto atrapados en su párpado.
La experta decidió compartir el impresionante caso a través de sus redes sociales tratando de crear conciencia sobre el uso de estos lentes y la higiene que se debe tener al usarlos para no afectar la salud visual.
En el sorprendente video se puede ver la forma como Kurteeva empieza a sacar lente por lente del párpado de la paciente; la cual le argumentó que supuestamente se le olvidaba quitárselos todos los días.
Lo cierto es que estos objetos empezaron a generarle un dolor intenso en su ojo y hasta le produjo una inusual visión borrosa que la obligaron acudir al especialista.
“Una rara ocasión en que alguien ‘olvidó’ quitarse los lentes de contacto por la noche y siguió poniéndose uno nuevo cada mañana (…) Estaban esencialmente pegadas las unas a las otras después permanecer bajo el párpado durante un mes”, reveló Kurteeva.
De acuerdo con la doctora, esta mujer no se habría quitado los lentes de contacto durante un mes; por lo que estos objetos empezaron a acumularse en la parte superior de su ojo.
¿Cómo pudo ocurrir?
La especialista le explicó al portal ABC7 que este tipo de conductas son algo usuales en pacientes que han usado lentes de contacto por varios años debido a que tienden a perder la sensibilidad de sus ojos y no sienten la presencia de estos objetos.
“Cuando has usado lentes de contacto por muchos años, 20 o 30 años, la córnea, que es la parte más sensible de nuestro ojo, pierde sensibilidad. Eso es justamente un aspecto protector porque de otra manera los lentes molestarían muchísimo todos los días. Después de todo es un cuerpo externo que está en el ojo”, comentó la doctora.
En ese sentido, se cree que la mujer de avanzada edad no sentía la presencia de los lentes dentro de su ojo y quizás pensaba que ya se los había retirado antes de acostarse.
Kurteeva también indicó que la paciente estaba experimentando cambios faciales en su rostro debido a la edad, por lo que el párpado superior se vuelve más profundo y esto pudo haber facilitado que los lentes se alojaran con facilidad en este zona del ojo.
La doctora explicó que la mujer se recuperó rápidamente tras quitarle los 23 lentes de contacto y pudo regresar a su vida cotidiana.
Sin embargo, advirtió que esta situación le pudo haber generado una grave infección, la cual le habría afectado parcial o completamente la visión de su ojo.
“He estado practicando medicina durante 20 años y he visto casos que han acabado mal, donde la gente desarrolla infecciones que amenazan a la vista…por algo tan sencillo como no sacarse las lentillas durante una sola noche”, concluyó la oftalmóloga.