Un joven de 21 años ha sorprendido al contar la forma como perdió la visión de uno de sus ojos tras tomar una siesta con los lentes de contacto puestos y adquirir una grave infección ocular.
Todo empezó cuando Mike Krumholz decidió descansar un rato en su casa en Florida y luego de 40 minutos se levantó y descubrió que tenía su ojo derecho completamente irritado e inflamado.
El joven estadounidense pensó que esto se había generado al dormir con los lentes de contacto, por lo que procedió a retirárselos y no descubrió nada raro.
“Mis lentes de contacto se sentían realmente irritados como si estuvieran flotando en mi ojo. Los saqué y no había nada malo”, indicó
Sin embargo, la irritación no disminuyó y por eso se vio obligado a acudir al médico para que le revisaran los ojos y poder determinar lo que estaba pasando.
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Su ojo derecho se vio afectado
El optómetra le diagnosticó, erróneamente, el virus del herpes simple 1, pero la situación fue empeorando drásticamente y el joven jamás pensó que perdería la visión de su ojo derecho.
El joven nuevamente acudió al hospital tras vivir durante un mes con esta irritación y unos nuevos exámenes determinaron que tenía queratitis por acanthamoeba, una grave infección de la córnea.
“Después de 5 visitas de diferentes oftalmólogos y 2 especialistas en córnea, me diagnosticaron un parásito muy raro en mi ojo llamado queratitis por acanthamoeba. Es extremadamente doloroso y no tengo absolutamente ninguna visión en un ojo”, indicó el joven a través de una campaña en Gofundme.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC), explica en su página que la acanthamoeba se encuentra frecuentemente en el suelo, en la tierra y en el agua, tanto del mar, de la llave, lagos o piscinas.
“La queratitis por Acanthamoeba es una infección rara pero grave del ojo que puede provocar una discapacidad visual permanente o ceguera. Esta infección es causada por una ameba microscópica de vida libre llamada Acanthamoeba”, reseña el CDC.
En ese sentido, las personas que usan lentes de contacto tienen un mayor riesgo de contraer esta infección en los ojos, especialmente si no mantienen una optima higiene y disposición de estos objetos.
Perdió su visión
El joven comentó a través de las redes sociales que se sometió a un procedimiento para combatir el parásito; sin embargo, la infección es tan grave y dolorosa que los médicos le confirmaron que perderá completamente la visión de su ojo derecho.
“No podría explicar un dolor como este en mi vida. Es como un shock constante, es un dolor constante. Estoy bastante orgulloso de mi tolerancia al dolor, pero he estado gritando de dolor. Ojalá estuviera exagerando”, indicó.
Desafortunadamente, la única opción que tiene Mike es un trasplante de cornea pero no puede aplicar debido a su edad y estado de salud visual.
Ante esta situación, el joven decidió contar su experiencia con esta infección en su ojo para que las personas que usan lentes de contacto tomen todas las precauciones de su uso y cumplan con todos los protocolos de higiene.
“Mi ojo está demasiado inflamado para tomar tejido humano de otro ojo; mi cuerpo no lo aceptaría en este momento y necesitaría otro trasplante, por lo que seguiría empeorando y empeorando”; indicó.
De acuerdo con el joven, los médicos le explicaron que en caso de que llegara a ser elegible, el trasplante solo le devolverá el 50 % de la visión de su ojo.
Finalmente, el joven quiere que las personas tomen conciencia sobre la salud ocular y no duerman con los lentes puestos para reducir al máximo la posibilidad de adquirir enfermedades como la queratitis por Acanthamoeba, la cual puede afectar gravemente la integridad de sus ojos.
“No solo no puedo trabajar, no puedo salir. Solo estoy tratando de superar este momento difícil.
Pero lo más importante para mí es concientizar a otros usuarios de lentes de contacto para que nadie tenga que pasar por esta horrible experiencia”; concluyó el joven.